martes, 7 de octubre de 2008

SUEÑOS DE LA INFANCIA.


Madre querida:
ahora que soy grande,
cierro los ojos y te veo, como eras antes.
Recuerdo tu sonrisa, tu ágil caminar,
y aquella voz tan clara, tan dulce al hablar.
¡OH! madre bonita de cabellos grises,
querría ser pequeño como era antes,
y entre tus brazos protegido estar.
Escuchar tus cuentos y sentir tus cantes
y así pequeñito, soñando despierto,
quedarme dormido...
¡OH! Madre querida... Arrópame ya.

4 comentarios:

Infiernodeldante dijo...

Increíbles letras para tu madre, amigo Gregorio. Yo la tuve en mi abuela, y no sabés las veces que quisiera retroceder en el tiempo para disfrutarla más. De otra manera, no sé. Con los años, se cambia la mirada hacia nuestros mayores, y creo que hoy podría darle mucho más cariño del que le dí. Siempre creo que fue poco, o al menos ese fue el gusto que me quedó. Excelentes versos. Vívidos y transparentes. Fue un gusto leerlos. Un abrazo.

EL RINCÓN DE GREGOTD dijo...

Gracias, amigo, por tu visita y tus palabras. Cierto todo lo que dices. Los recuerdos de la infancia, anuque lejanos, no se borran. Un abrazo.

Pilar dijo...

Qué tal, Gregorio?
Aparezco por aquí, te vi en otros blogs.
Leí el poema a la madre y buen, hay mucha sensibilidad y nostalgia. Me emocionó.

Un abrazo
Pilar

EL RINCÓN DE GREGOTD dijo...

Gracias, Pilar por tu visita y tus palabras. Tienes la puerta de este roncón abierta para cuando quieras. Es un placer contar contigo. Creo haber visto un blog que se titula DESDE UN SUR LEJANO. Supongo que será tuyo. Lo visitaré.
Un abrazo.