jueves, 18 de diciembre de 2008

NAVIDAD.



Me regaló su Belén mi madrina,
cargado de añoranza por los años,
de alegría, de tristeza y desengaños,
viejo y esparcido por la hornacina.

José tiene la mano en su cayado
apoyada, descansado en el suelo,
María complaciente mira al cielo,
sonriente, con su rostro iluminado.

Buscándolo, encontrarlo ya he logrado,
adentro del pesebre. ¡Pobre Niño!
Sin cabeza, su cuello seccionado.

Su cabeza, a su cuerpo he pegado.
San José me ha mirado con cariño,
y su Niño un ojito me ha guiñado.