miércoles, 29 de octubre de 2008

TUS PADRES.


Te vieron nacer, te ayudaron a crecer,
te dieron la vida su amor y su querer.
Te acunaron en sus brazos una y otra vez,
y vieron tu carita con sumo placer.

Hicieron vigilia cuando tú enfermaste,
sintieron tu dolor pero no lo notaste,
mimaron tu frente y te recuperaste,
te dijeron: sé fuerte, sigue adelante.

A veces censuran según que detalles,
pero ellos te quieren, aunque les falles;
siempre los tienes de apoyo, y de aguante,
y en todo momento, están de tu parte.

Te apoyas en ellos para levantarte,
te dan su ternura, siempre al abrazarte,
y siempre te cuidan aunque no te agrade;
no te piden nada, porque son tus padres.