jueves, 2 de octubre de 2008

AL PORRÓN DE VINO.


Cuando estás lleno de vino,
al mirarte me das gozo
ya sea tinto, cristalino,
dorado o espumoso.
Con tu panza redondita,
con tu color caprichoso,
mirarte, a beber invita,
tu sabor es delicioso.
Si tu panza tienes llena
y alegras mi paladar
en la comida y la cena,
no te pido nada más.
Pero ahora estás vacío,
te miro y me das pena
porque no tienes color.
Ya no eres amigo mío.
Lo digo con gran dolor.
Me has aguado la cena.