
¡Fuego! ¡Fuego! ¡Fuego
Y del monte tras la hoguera,
sólo quedan esqueletos.
Ya no cantan ruiseñores,
ya no existe la floresta,
y donde había vergeles,
sólo hay materia muerta.
Desaparecen los montes
por el provocado incendio,
pero nuestros gobernantes
no quieren poner remedio.
Sigue decreciendo el monte,
sigue avanzando el desierto,
y sólo veo en el horizonte
mi Planeta casi muerto.